sábado, 26 de mayo de 2012

El Temor de un Hombre Sabio de Patrick Rothfuss


 Decir que segundas partes nunca fueron buenas en este caso sería un disparate. El temor de un hombre sabio es un novelón con todas las letras. Ahora bien, flojea con respecto a la primera parte que puso el listón francamente alto. Aquí ya no tenemos la novedad y la novela se limita a trascurrir. La explicación es muy sencilla, nos prepara para un final que seguro será alucinante. Esta segunda parte de la trilogía, sigue los pasos de la primera: capítulos muy cortos que llenan unas 1200 páginas que literalmente, se devoran en un santiamén. El protagonista ya domina todo lo que se relaciona con lo arcano y se desenvuelve con naturalidad por los entresijos e intrigas en la Universidad y el Archivo (dos instituciones en temas de magia) Ya no es un niño, es todo un mozo que empieza a ver a las hijas de Venus con otros ojos. Tenemos por lo tanto algunos (para mí demasiados) capítulos dedicados al amor y a las relaciones amorosas. El escenario donde se desarrolla la novela se amplía; ya no son solo algunas ciudades, el protagonista, Kvothe, viajará a otros países. Pero se nota como cada vez las cosas se ponen más y más difíciles y peligrosas. Si en la primera parte se palpaba la miseria y la pobreza de su protagonista, en esta parte, mas que el hambre será la envidia su principal problema así como el dominio de un nombre, el nombre del viento.

jueves, 24 de mayo de 2012

Las Austrias, matrimonio y razón de Estado en la monarquía española de Catalina de Habsburgo.


Empecé a leer este libro por la temática: todas las reinas de la casa de Austria que han ocupado el trono español. Centrado principalmente en ellas, dejando en un segundo plano el papel de los monarcas, el libro trata de explicar la política matrimonial y de Estado de la casa de los Habsburgo. Desde Margarita de Austria (1480-1530) hasta la reina María Cristina (1858-1929) No es un tema original pero si lo es al menos quien escribe el libro, Catalina de Habsburgo, archiduquesa de Austria, descendiente viva de Carlos V y nieta del último emperador de Austria.



El libro es malo, seamos claros, o al menos a mí me lo ha parecido. Me explico. Si bien, desde un principio la autora afirma que trata de realizar un repaso por todas sus señoras majestades de forma imparcial y ciñéndose a los datos históricos y bibliográficos, no consigue nada de esto. La organización del libro no debería presentar muchas dificultades, cada reina un capítulo. Pues bien, pese a que está así planteado, la cronología es un autentico caos. El motivo no es otro que la manía de muchos autores de explicar una y otra vez lo que ya está explicado, de volver a contar lo que ya se ha dicho como si el lector necesitase que le refrescasen la memoria con datos que acaba de leer. Esto, que puede parecer útil, lo único que hace es enturbiar la lectura y hacerla mucho más complicada y densa.

Por otro lado, la imparcialidad brilla por su ausencia. Según la archiduquesa, todas las reinas de la rama española de los Habsburgo fueron excelentes madres, amantes esposas y devotas cristianas. Por no hablar de su físico, todas bellísimas y de carácter natural y formidable. Esto no se lo cree nadie. Ni todas las putas son tan putas ni todas las santas son tan santas. No digo yo que no sea verdad pero las fuentes que se utilizan sólo abarcan aquello que ensalza y ennoblece a los monarcas: cartas de embajadores que los adulan una y otra vez, correspondencia de familiares que describen a sus hijas, sobrinas o nietas para colocarlas en la corte española...Esto me lleva a hablar de las notas a pie de página que en este caso son totalmente ineficaces a no ser que se quiera estar parando la lectura una y otra vez para buscar la referencia al final del libro que por otro lado tampoco aclara mucho ya que se limita a citar la bibliografía utilizada. Que no digo yo que esto esté mal. Pero todo es mejorable. Hubiera sido interesante ver la reacción de la corte y de su reina ante el encierro del príncipe Carlos (hijo de Felipe II que murió oportunamente a los 23 años de una trepanación, tras intentar conspirar contra su padre) o las reacciones que provocaría Don Juan de Austria (hijo bastardo de Carlos V) por el Escorial. La explicación que encuentro, es que quizás la autora ha querido prescindir de estos acontecimientos propios de la famosa leyenda negra española y ceñirse más al Siglo de Oro español.



En algunos momentos se tiene la sensación de estar ante un culebrón de los malos, con descripciones de acontecimientos que dan la sensación que la archiduquesa (tela con el título) se inventa o al menos, interpreta. (“la reina miraba con ojos amorosos a su Rey, su marido” sin citar ninguna fuente) Pese a todo, hay algunos aspectos muy destacables como los que se refieren a la vida en la protocolaria y devota corte española, la mentalidad y ciertas costumbres de la época.

jueves, 10 de mayo de 2012

MEDITACIONES de Marco Aurelio.

Este no es un libro normal, un libro al uso. No es un libro que empieces a leer un día y lo termines otro. Nunca se termina de leer. Puedes leer uno de sus capítulos las veces que quieras que siempre encontraras algo nuevo en lo que pensar, algo nuevo con lo que meditar. Es un libro para tenerlo siempre a mano, abrilo por cualquier página y leer cualquier párrafo para después hacer tú propia reflexión y dialogar con el que sea quizás el emperador romano más excepcional y singular, por su amor a las ciencias, el arte y a la cultura en general sin que por ello desatendiese su labor como gobernare del imperio, Marco Aurelio (121-180) Todo en la vida de este emperador es excepcional. Considerado su reinado como el momento de mayor auge del imperio y conocido él como “el Sabio” y “protector de la filosofía”, escribió en un perfecto griego sus Meditaciones mientras se encontraba en plena campaña militar durante sus últimos años de vida. Rodeado siempre de grandes oradores, filósofos y educadores, se empapó por completo de la filosofía estoica, de tal forma que se considera sus Meditaciones como la última gran obra del estoicismo. Mención especial como inmediato antecesor suyo, se merece Epicteo (mediados del siglo I), un esclavo minusválido que propagó el estoicismo en contemporaneidad a los apóstoles cristianos:

“La filosofía no promete asegurar nada externo al hombre: en otro caso supondría admitir algo que se encuentra más allá de su verdadero objeto de estudio y materia. Pues del mismo modo en que el material del carpintero es la madera, y el del escultor, bronce, el objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual.”


Pero volviendo a las Meditaciones, Marco Aurelio las concibe como una serie de notas que la filosofía estoica y su propia experiencia le inspiraban, apuntes o notas tomadas al azar en el momento al hilo de circunstancias personales. En total sus Meditaciones están compuestas por doce libros, muy diferentes entre sí, tanto en la temática como es su composición. Son párrafos casi autónomos unos de otros, lo que no quita que en muchas ocasiones repita el tema en ellos. Estos temas pueden ser el paso del tiempo, la muerte (omnipresente en la obra) la relación con los demás, lo que podrían pensar o decir, la naturaleza, los dioses (también nuestro propio dios interior) la inteligencia ... Mientras que el libro primero está dedicado a sus familiares terminando con una especie de acción de gracias a los dioses, el resto de pasajes parecen desorganizados. Si bien esto puede parecer una desventaja, yo lo veo como una de sus virtudes ya que proporciona total libertad a la hora de abordad su contenido, sin seguir un guión previo, un índice establecido.

Cualquier persona con un mínimo de aprecio por la Historia Antigua, debería tener presente estos autores: Suetonio, que nos muestra cómo eran (algunos) Julio César, que nos enseña cómo guerreaban, lo que hacían (su Guerra de las Galias, el libro en latín más leído, está escrito de forma magistral por lo que se sigue estudiando su contenido hoy en día para la enseñanza de la lengua europea por excelencia) y a Marco Aurelio, que nos muestra como pensaban.

Abro sus Meditaciones por cualquier página y reproduzco lo que me encuentre en ellas:
“Igual que si alguno de los dioses te dijese que ibas a morir mañana o, en todo caso, pasado mañana, no considerarías mucho más importante para ti pasado mañana que mañana, si no eres rematadamente innoble (pues ¿qué diferencia hay entre ambos?), así también considera que cualquier año, por lejano que sea, no es nada más importante que mañana.” (Libro IV, capítulo 47)